El Tribunal Interdiocesano de Córdoba (Argentina) dio a conocer el 17 de marzo que el sacerdote Nicolás Alessio ha sido suspendido y cesado en su función de párroco debido a su reiterado apoyo público a las uniones homosexuales.
El pasado 10 de marzo el vocero de la arquidiócesis de Córdoba, Gustavo Loza, explicó a ACI Prensa que la sentencia del sacerdote ya se había emitido algunos días antes pero que aún no estaba firme porque el P. Alessio tenía 15 días hábiles para apelar.
Loza explicó también que antes del proceso, el Arzobispo de Córdoba, Mons. Carlos José Ñáñez, llamó hasta en dos oportunidades al sacerdote para que se retractara de sus afirmaciones y así no tener que sancionarlo o iniciarle el proceso canónico.
Eso no sucedió y el proceso, cuyo resultado se da a conocer ahora, tiene una sentencia que fue emitida el 21 de febrero y que ahora "ha quedado firme, debido a que (el sacerdote) no ha hecho uso del derecho de apelación", como explica el comunicado del Tribunal.
La suspensión del P. Nicolás Alessio, explica el texto, "alcanza hasta el momento en que se constate efectivamente un cambio de actitud en el sacerdote. Es decir que una suspensión nunca de por sí es para siempre".
Sobre la privación del oficio de párroco, el comunicado precisa que esta se da "porque consiste esta tarea en ser delegado del Obispo en una porción del Pueblo de Dios y supone la comunión con él".
Si el P. Nicolás Alessio no obedeciera el mandato de suspensión, prosigue el texto, "todos los actos sacerdotales que haga serán ilícitos. Serán ilícitos y, además, inválidos: las absoluciones en el sacramento de la confesión y la asistencia a los matrimonios".
También precisa que "en el caso de asistir (casar) a una unión de divorciados o a personas del mismo sexo, además de ser inválidos, el sacerdote que los asiste estaría simulando un sacramento".
El comunicado también detalla que estas disposiciones del tribunal buscan garantizar "el derecho de los fieles a recibir la doctrina cierta de la Iglesia a través de sus pastores", "la coherencia de los pastores para con la enseñanza de la Iglesia, no concibiéndose esta tarea fuera de ella, el respeto por la característica jerárquica de la Iglesia, así instituida y fundada por el mismo Nuestro Señor Jesucristo" y "la salvación de las almas, suprema ley en la Iglesia, a través de los sacramentos debidamente administrados".
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FUENTE.: aciprensa.com
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