miércoles, 13 de octubre de 2010

ENTRE RIOS POR LA VIDA



COMUNICADO
ENTRE RÍOS POR LA VIDA

EL NEFASTO ENCUENTRO DE MUJERES EN PARANÁ

ENTRE RÍOS POR LA VIDA se hizo presente en el XXV Encuentro Nacional de Mujeres –“Autoconvocadas”- En Paraná, Entre Ríos.

NATURALEZA DEL ENCUENTRO
El encuentro es, en realidad, una excusa pública para la reunión de izquierdistas, feministas, progresistas y resentidas en general, para conseguir orquestadamente lo peor: la legalización del aborto.
La concurrencia minoritaria de mujeres que defienden la vida y la dignidad real de la mujer y su maternidad es sólo un toque de color.
Así, en los talleres, se manejan con total tiranía e impunidad para desarrollar e imponer la contranatura en definiciones previstas con anticipación.
Y la marcha final es el moño grotesco que las muestra tal cual son: enemigas de Dios y del orden natural. Todo, por supuesto, fomentado y sostenido desde las más altas esferas públicas, serviles a su vez con la política internacional de la cultura de la muerte.

EL TALLER MÁS SIGNIFICATIVO Y DESASTROSO: EL DE ABORTO
Concurrimos intencionalmente –un grupo de varones- al taller sobre aborto, que se realizó en la Escuela Sarmiento, porque pensamos que sería el de mayor peligrosidad para las mujeres defensoras de la vida. Y así fue.
Fuimos el sábado, que se desarrolló sin agresiones importantes, y el domingo a la mañana, que fue cuando alcanzó mayor peligro.
La proporción en cantidad a favor de las abortistas respecto de las provida era de 4 a 1 ó 5 a 1 en las aulas.
A medida que avanzaba la mañana, el nivel de agresividad escalaba progresivamente desde las abortistas hacia las provida. Esto se sabía por los llamados por celular, o porque llegaban a la vereda, chicas y mujeres mayores de distintos puntos del país, sin vinculación personal entre sí, pero muy preocupadas por el nivel de violencia que recibían: empujones, acorralamientos, patadas, amenazas; y les rogaban a la policía femenina que interviniera en las aulas con urgencia.
Cuando, por fin, luego de muchos pedidos, se decidieron a entrar, las policías fueron literalmente expulsadas a los empujones y gritos diciéndoles: “fuera la policía de los encuentros”.
También había algunos policías hombres, que tampoco impedían los ataques a las mujeres provida, por que “no tenían órdenes desde la jefatura” según decían.
Así las cosas, no quedó más alternativa, para los varones que estábamos afuera, que tratar de rescatar a las heridas y sacar a las potenciales víctimas de las aulas cerradas. Por eso, nos introdujimos a la fuerza a la escuela para socorrerlas, pero sólo pudimos entrar algunos, rescatando unas pocas mujeres. Finalmente, a los insultos, empujones y golpes, fueron liberando a las mujeres provida de a poco. Éstas llegaban horrorizadas a la vereda, donde hombres de la policía sólo podían recibirlas.
El peor caso, fue el una mujer mendocina, madre de 5 chicos y viuda. Cuando las abortistas cerraron las puertas del colegio, fue empujada por las escaleras e insultada en el piso. También su hija fue insultada y golpeada cuando fue a socorrerla; los motivos: por ser la hija –se lo dijeron- y por tratar de ayudarla.
Eran monstruos que alguna vez fueron mujeres.

LA MARCHA Y LA DEFENSA DE LOS TEMPLOS
La culminación del nefasto encuentro fue la marcha de las peores lacras feminoides que se puedan ver en la Argentina. De todo hubo aquella tarde-noche del domingo: blasfemias de todo tipo, insultos grotestos, exposiciones obscenas, amenazas, escupitajos, pintadas de edificios públicos y privados… nada faltó. Tal lo que son, tal lo que manifiestan.
La ciudadanía sencilla y común mostró su repulsa de manera unánime. Hasta el mismo intendente mostró su pesar públicamente al día siguiente, por el desastre en que dejaron el centro de la ciudad.

En lo que se refiere a los templos, la policía, aunque no daba garantías, igualmente pudo contener los ataques. En buena parte, gracias al vallado de la construcción frente a la Catedral, y en San Miguel, por el que pusieron en su fachada. En este último edificio, además, lo que es de valorar, se dispuso un cordón policial que cerró el costado del templo.
Frente a este atropello, buena cantidad de católicos, prevenidos por lo que año a año sucede, se plantó frente a los dos templos más importantes por los cuales pasó la marcha.
ENTRE RÍOS POR LA VIDA se hizo presente también allí para dar testimonio respondiendo a la convocatoria que hiciera un grupo de laicos. Estuvimos primero en la Catedral, que recibió las primeras amenazas de profanación de la columna impía, y luego en San Miguel, donde se nos convocó por falta de gente para su defensa.
Finalmente, volvimos a la Catedral, y asistimos a la confrontación última de la marcha abortista frente a una línea nutrida de católicos detrás de la bandera argentina y en la parte alta del atrio.
La defensa pública de los templos realizada por los laicos y algunos sacerdotes fue la contracara que mostró la militancia Provida en Paraná.

Paraná, octubre de 2010.

¡SÍ A LA VIDA!
¡NO AL ABORTO!

ENTRE RÍOS POR LA VIDA

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