martes, 12 de octubre de 2010

Crónica de una de las batallas del buen combate.

1. Del problema y sus causas:
Recuerdo, esta clase, una tarde en el CESAM:
“Cuando hubo el tiempo de la creación de los seres mortales, los dioses modelaron con barro las distintas especies y luego encomendaron a Epimeteo y a Prometeo revestirlos con las cualidades convenientes; el primero fue encargado de la distribución y procuró a cada ejemplar lo necesario para conservar su vida. Una vez que se agotaron los recursos disponibles, los delegados de los dioses advirtieron una grave omisión: el hombre quedaba desnudo, desarmado e inerme frente al resto de los animales tan adecuadamente provistos.
Se aproximaba el día de la aparición del hombre sobre la tierra y era urgente una solución. Prometeo se valió entonces de un osado y riesgoso ardid: robó a los dioses Hefesto y Atenea, el secreto del fuego y de las artes; y con tales armas el hombre fue provisto para la vida. Pero le faltaba lo principal para vivir bien ya que Prometeo no había podido violar el santuario de Zeus, celosamente custodiado, para arrebatar el secreto de la política.
Los hombres tenían los mejores medios para dominar el resto animales y para defenderse de la intemperie y del rigor de las estaciones, pero carecían de lo necesario para convivir en paz y en armonía. Toda vez que intentaban agruparse en ciudades para defenderse y apoyarse mutuamente eran presa de la mas extrema confusión y desorden hasta infligirse los mayores daños unos a otros.
Zeus, padre de los dioses, fue movido a compasión por el lamentable espectáculo que ofrecían las ciudades de los hombres y temiendo que llegaran a exterminarse, les envió, por intermedio de Hermes, la justicia y el pudor, a fin de que pudieran fundar la verdadera Patria y la familia verdadera sobre fundamentos sagrados y con el debido decoro. Dispuso, además, que todos los hombres participaran de esas cualidades, porque si se entregaban a un pequeño numero como se había hecho con las artes útiles jamás habría sociedades estables ni naciones soberanas. Finalmente ordeno que se publicara una ley según la cual el individuo que pierda la vergüenza y falte gravemente a la justicia será suprimido como una peste de la Sociedad.”1
Esta hermosa introducción, del maestro de mi maestro, es un resumen de los “diálogos Socráticos de Platón” más precisamente del Protágoras.
La cito aquí, porque me parece importante para entender lo que nos esta pasando como sociedad Argentina.
Es que hemos perdido la Justicia y el pudor.
Perdimos la justicia de tal manera que hoy se mata al inocente. (ABORTO).
La justicia, es dar a cada uno lo que le corresponde, sin que le falte lo necesario.
Ésta es la concepción Cristiana de Justicia, que está comprendida en un acto de misericordia.
Porque si solo pensamos en dar lo que corresponda en relación al merito, no parece tan justo darle de comer a un bebe porque no sabe otra cosa que llorar y no aporta nada; de igual modo a un paralítico porque no trabaja...
Resulta entonces, que debemos dar lo que corresponda (premios y CASTIGOS) pero procurar que no falte lo necesario…
También perdimos el pudor.
Siguiendo con la explicación, el pudor, es el resguardo de lo íntimo y lo sagrado… (JUSTAMENTE LO QUE ATACAN)
¡Que claro que lo tenían estos griegos! Será por eso que no se los estudia…
Por todo lo anterior, es que al ver a las mujeres pro-aborto manifestándose de la forma en que lo hicieron frente a la Santa Madre Iglesia, sólo podía recordar aquel hermoso mito que cite al principio. “Han perdido la justicia y el pudor”
Y es así que, para poder lograr ser aquella gran Nación Argentina, es necesario recuperar estas dos grandes virtudes para vivir bien. “la Justicia y el Pudor”…

2. del Reinado de Cristo

Pero todo esto (justicia y pudor), solo alcanza para vivir bien y en paz...
Y como esto puede lograrse sin que nadie se meta con nadie, es que con vivir bien no nos alcanza. Buscamos vivir Santamente…
Es que somos pueblo de Dios. Y somos hijos de Dios. Hermanos y Herederos del reino de los cielos…
Razón suficiente para hacer lo que hicimos. En lugar de no meternos con nadie para asegurar la paz; al contrario, nos metemos con todos los que pervierten a la sociedad.
No lo hacemos con violencia, sino con el acto de fortaleza más grande que tenemos; el resistir por amor a Dios, la Patria y la Familia (el triple origen).
Como lo hizo Jesucristo. Es lo que te sostiene cuando te escupen en la cara. Porque de muchas cosas somos inocentes pero de muchas más somos verdaderamente muy culpables.
Pero Cristo, Inocente de todo, se hizo cargo y le dieron más que una escupida en rostro… Eso nos sostiene… Su ejemplo insuperable de amor…

3. de Maria Santísima:

Qué orgullo, ver a nuestras mujeres llegar del buen combate. Y aun habiendo recibido golpes por ser Católicas, estar dispuestas a volver a la lucha para defender la vida…
Aun así, con todo el respeto que ellas me merecen, no podía más que pensar en una sola mujer: la Virgen Maria, modelo de toda mujer cristiana.
San Luis Maria Grignon de Monfort, dice que fue conveniente que no se nombrara tanto a Maria en los Evangelios, ya que siendo tan perfecta como es, uno podría llegar a confundirla con una diosa...
Claro, si estas chicas, después de ser golpeadas, volverían a defender la vida nos llena el corazón de admiración… Cuánto más Maria Santísima que las supera en meritos infinitamente…


LUCIDEZ Y CORAJE

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